Cada 11 de diciembre celebramos el Día Internacional de las Montañas, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas para generar conciencia sobre el rol vital que cumplen estos ecosistemas en la vida, la biodiversidad, la provisión de agua dulce y el desarrollo sostenible. Desde el 2003, este día invita a reflexionar sobre su fragilidad y la urgencia de protegerlas a través de la cooperación, las alianzas y la innovación.
Las montañas son nuestra fuente de inspiración, pero la verdad es que dependemos de ellas más de lo que imaginamos. Según el Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2025, las montañas aportan cerca del 60% del agua dulce que circula en el planeta cada año. Además, más de mil millones de personas habitan en zonas montañosas y más de dos mil millones dependen directamente del agua que allí se origina para su consumo diario, la higiene y sus formas de vida
Esta fecha nos convoca a valorar su aporte a la biodiversidad, la cultura, el agua dulce y los medios de vida de millones de personas. Y este año, la consigna nos lleva al corazón de lo que hace a las montañas tan esenciales: sus glaciares.
Este Día Internacional de las Montañas 2025, bajo el título “Los glaciares son importantes para el agua, la comida y los medios de vida en las montañas y las regiones río bajo”, se pone en valor el papel que desempeñan las regiones montañosas como fuentes de agua del mundo, y apela a la toma de medidas urgentes para frenar la desaparición de sus glaciares.
Los glaciares son mucho más que paisajes: son reservas vitales de agua que alimentan ríos, bosques, ciudades y economías completas: El 70% del agua dulce del planeta se encuentra en glaciares y mantos de hielo.
Sin embargo, el derretimiento acelerado de estos gigantes, por el aumento global de temperaturas, está poniendo en riesgo comunidades, agricultura, energía limpia y ecosistemas.
Si hay un país que conoce de glaciares, es Chile: aquí contamos con el 82% de los glaciares de Sudamérica, casi 24 mil glaciares desde Arica a Punta Arenas.
Y es en el extremo austral donde se concentra la mayor parte del hielo chileno: los Campos de Hielo Sur, la tercera masa de hielo más extensa del planeta, después de la Antártica y Groenlandia.
Las amenazas son evidentes: Según el libro Conservación en la Patagonia Chilena, este lugar tiene 18.954 glaciares que cubren 22.463 kms cuadrados. Sin embargo, se ha calculado que entre el 2000 y 2018, el derretimiento de agua al año ha alcanzado niveles históricos, sólo superado por Alaska y algunas zonas del Ártico.
¿Cuál es la mejor forma de proteger? Conociendo, entendiendo y comprometiéndose. Por eso, vivir la Patagonia puede ser una experiencia transformadora.
Estos son algunos glaciares que puedes conocer en la zona austral de Chile:
Una barcaza desde Villa O’Higgins te lleva al corazón de Campos de Hielo Sur, frente a una pared de hielo monumental en el lago más profundo de América.
A solo una navegación desde Puerto Natales, estos glaciares se elevan rodeados de bosques de coigües, ñirres y ciruelillos. Una experiencia perfecta para ver cómo la vida y el hielo coexisten en armonía.
Con 270 km² de superficie, es una de las joyas de la Patagonia. Caminar sobre el Grey es una aventura inolvidable: grietas azules, ríos de deshielo, pozones profundos y el silencio absoluto del hielo antiguo.
Con Chile Nativo Travel, puedes conocer el Glaciar Grey durante tu circuito W, con nuestro programa certificado en la contabilización de emisiones de carbono, pionero en Chile y una forma concreta de asegurar la aventura y el cuidado medioambiental.
La desaparición de los glaciares pone en riesgo:
Las montañas y sus glaciares no son escenarios: son sistemas vivos que sostienen al mundo tal como lo conocemos. Este 11 de diciembre, renovemos nuestra relación con las montañas: cuidarlas es cuidarnos.